miércoles, 24 de diciembre de 2008

Para una historiografía dialéctica del espacio-3


La Grecia clásica, que se creía heredera degenerada de una perdida Edad de Oro primigenia, descubre en sus teatros la fuente energética que necesitaba para la consistencia vital de sus polis.

Grandes cuencos sobre la montaña......la montaña domesticada con gradas........la cuesta hecha posible con escalones que a los pobres les toca subir hasta alcanzar sus asientos y luego bajar para salir.....los ricos abajo en primera fila.

Inmensos crisoles de reconocimiento colectivo.....abiertos al paisaje..

Máquinas para la retro-alimentación del sentimiento comunitario.

Sentirse exaltadamente parte de una comunidad......en ceremonias paganas.......en un lugar especial.......en el tiempo especial de los festivales......sin miedo al exterior......sin miedo al persa.
El público conoce el guión....en todo momento sabe orientarse sobre qué ocurre y en qué lugar está la acción.

......como en Semana Santa........historia que se repite anualmente, siempre igual, siempre sentida, no ingenuamente sino con delectación, por conocer de antemano lo que va a ocurrir y donde se va a producir.
En ese momento especial descubrimos una ciudad distinta, transformada, enloquecida por los signos y las significaciones.

Existen espacios ancestrales que son semovientes......estacionalmente surgen, se desarrollan formando una unidad flexible para acto seguido volver a desaparecer.

......como la romería del Rocío.......Almonte es una unidad urbana que sufre una transformación completa en un tiempo determinado....el espacio urbano despierta, se expande y vuelve a contraerse en una secuencia de tres pasos:
1.-llegada y representaciones.....las hermandades llegan a la aldea en grupos diferenciados
2.-mezcla......se forma un solo grupo
3.-reagrupación y partida......de nuevo se diferencian los grupos y se van.

Estructuras que representan acciones y acontecimientos cuyas expresiones en el espacio son una afirmación completa de lo que el acontecimiento mismo es......observar ese rito de iniciación que empieza en el pueblo, avanza hacia un camino que lleva al río, culmina a lo largo de una ribera y concluye otra vez en el pueblo.....tontódromos de pueblo asociados a ritos de seducción y emparejamiento......

Hay que comenzar con todo el espacio que haya y luego decidir qué usar, qué no usar y cómo usar lo que vaya uno a usar (Richard Schechner)

Derivas, trayectorias, encadenamientos sentimentales, nos descubren otra ciudad......otro urbanismo......un urbanismo para el placer no para el negocio......donde sea tan importante una “zona de aventura” como una “zona industrial”......espacios flexibles, literarios, intangibles, insustituibles para una ciudad de TODOS-NOSOTROS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario