martes, 23 de diciembre de 2008

Para una historiografía dialéctica del espacio-2



Las trayectorias nos llevan a los laberintos

La obra de Dédalo, el primer arquitecto.
El laberinto es una trayectoria infernal, un infinito intestino retorcido sobre sí mismo.....pensado para encerrar el producto de la lascivia de una reina y del que no puede salir quién no tenga la clave, el talismán, la regla.....el número.
Esta victoria del talento humano sobre el monstruo, convierte el laberinto en la perfecta máquina metafórica para representar el camino del iniciado.....el proceso de purificación.....el arduo itinerario de la salvación en la iconografía cristiana.
Aviso para navegantes: Dédalo vio premiado su talento con la prisión y luego con la tragedia de ver morir a su hijo......el poder en todas las épocas ha sido implacable con los que sabían......esta represión ha llevado siempre al secretismo, a la ocultación.......pero en todo momento se han podido ver fieles a Sofía recorrer lentamente los laberintos trazados en el suelo de las catedrales.

El laberinto.
..........Había crecido el oprobio de su generación,
y vergonzoso se manifestaba de esa madre el adulterio
por la novedad del monstruo biforme.
Decide Minos este pudor de su tálamo suprimir
y en una múltiple casa y ciegos techos encerrarle.
Dédalo, por su talento del fabril arte celebradísimo,
pone la obra, y conturba las señales
y a las luces con el torcido rodeo de sus variadas vías conduce a error.
(Ovidio. Metamorfosis. Libro VIII)

(aqui se encuentra el libro de Ovidio. Metamorfosis )

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