sábado, 20 de diciembre de 2008

De la Arquitectura y los Arquitectos-15


Se dice “la Literatura es la madre de todas las Artes”.

La Literatura ha adquirido mucho prestigio desde que Derrida nos descubrió que la Filosofía no es más que una parte de la Literatura......las palabras son importantes en la Arquitectura, sobre todo en ambientes académicos (el periodismo arquitectónico suele ser una prolongación de las escuelas de arquitectura).
Las escuelas son herederas recalcitrantes de aquel paraíso académico de las diatribas filosóficas alemanas del XIX, donde se suplantaban frases con frases, palabras contra palabras....puro idealismo ensimismado y egoísta.

....pocas palabras se necesitan para expresar el sentimiento de una persona que visita la Alhambra, el Panteón o el Guggenheim....muchas palabras se han gastado a cuenta de estos edificios......pero más deudora es aquí la literatura de la arquitectura que viceversa.

El material arquitectónico, mejor, la emoción causada por ese material es indescifrable con palabras........aunque las palabras son poderosas.

¿Puede ser representada la arquitectura?......¿puede ser representada la pintura si no es consigo misma?......¿puede ser representada la música?........puede ser cifrada........así mismo la arquitectura es factible de ser cifrada.......cada plano, cada dibujo, cada maqueta, cada representación de la obra arquitectónica es una cifra que debe ser decodificada y que puede tener significación propia.

“......el prestigio de la tinta china“ que decía Alejandro de la Sota......el prestigio de lo dibujístico........los significados de las representaciones pictóricas (bidimensionales) o escultóricas (tridimensionales) o quizás virtuales (multidimensionales).....el sentido de los objetos.......el valor de la imagen..........la sustitución del objeto por su icono.......estas cuestiones asaltan al diseñador en el proceso de proyectación........cómo vórtices vertiginosos que se retuercen sobre si mismos.......cada asaltante abre una puerta.......así el camino del proyecto es un jardín de senderos que se bifurcan.

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