martes, 28 de abril de 2009

El negocio inmobiliario -5


LA COSA ESTÁ QUE ARDE

De millones va la movida
el ayuntamiento como siempre
gobernando
de manera consabida
el urbanismo conveniente
aprobando
el parque es cosa de ayer
cómo después de acordado
con ardor,
cómo se preparó el paripé
¡esos tiempos han pasado¡
dice Don Antón.

Y al otro lado del puente
el parque que habría sido
¡pelotazo¡
la junta oportunamente
por la crisis que ha venido
¡decretazo¡
no hay zona verde, no
una idea fenomenal
a la papelera
lo que pidió, olvidó
ahora podemos edificar
por las buenas.

La biblioteca ha salido
mire Vd. en qué lugar
¡qué es un jardín¡
destrozan los plantíos
las máquinas para cimentar
un figurín
mientras Bolonia hace planes
el rector se lava las manos
¡qué listo¡
constructores, adelante
ordena el rectorado
¡Calixto¡

Sigo estas lamentaciones
al ver la ciudad de cerca
y alrededores.
Le sale de los cojones
llenar la plaza de setas
a los corregidores
de verdad que no miento,
no es que no haga caló,
en cantidad,
aunque todavía sea invierno,
no se olvida la caló
de la ciudad;

Había más de un camino,
digo yo, una enramada
de verdad,
hacer un jardín tenía sentido
abierto toda la jornada
sin cerrar.
Ya no es tuya macareno
la plaza será de unos vivos
allegados,
los millones los deberemos,
para eso están los vecinos
desgraciados.

Para una sombra, usté,
no hace falta tanto panel,
como sabemos,
lo que quería su mercé
era ganar mucho parné,
le entendemos
La plaza se privatizó
en un pleno con salero
en la caló
la gente tomaba el sol
agosto era, me acuerdo,
y no se enteró.

¡Voto a tal¡ dijo el doctor
en un concurso de jurado,
recordemos,
las setas son lo mejor
de los proyectos presentados
premiemos,
ellas son lo no va más,
el proyecto deseado,
lo merece,
con ellas la modernidad
amanece.

Hay que ver qué arquitectura,
dijeron todos a la vez,
con voz clara,
no se ha visto otra hechura,
otra cosa es catetez
¿quién lo paga?
Las mañas de la empresa
y el dinero del personal
con prontitud,
todo se torna presteza
cuando se trata de ganar
de la valía el plus

no protestes, ostrogodo,
hoy lo moderno empieza,
enseguida,
¡qué follaje, qué decoro¡
¡a ver si no te cae en la cabeza
una viga¡
y arriba se podrá comer
¡muy barato¡ y el turismo
se entretiene
¡qué moderno¡ ¡hay qué ver¡
pero el cartel de “esto es mío”
se mantiene

el urbanista con destreza
al servicio de la pastora
¿quién lo duda?
Los banqueros con presteza
acuden en esta hora
por manduca,
los que viven de fortuna,
los que no tienen una pela,
¡esa boca¡
tu plaza a la luz de la luna,
lo público que ya no queda,
¡a la bolsa¡

Déjame, sólo un instante,
no quiero una seta tan tiesa,
sin consuelo,
quería una plaza galante,
un jardín de gran belleza,
¡era un sueño¡
una plaza para jugar,
árboles que necesitamos
y rosales
y los espacios de la ciudad,
las calles por las que andamos,
populares.

Dicen los corregidores:
una ciudad modernizada,
prometemos.
¿son modernos los millones,
pelotazos y jugadas
que tenemos?
Pasear gratis es de antaño,
vamos a darle la vuelta,
sin dudar,
no es moderno ser tacaño,
es tener la bolsa suelta
para pagar.

La plaza que pudimos tener,
verde, gratis y hermosa,
natural,
como podremos ver,
con las setas será otra cosa,
sin dudar.
¡lo que importa en la vida
tanto antes como ahora
son las pelas,
no la ciudad sostenida,
el negocio y la pastora,
no te enteras¡

Para el rico poderoso
que compra arquitectura
de portada
el usufructo gozoso
a mi me tocan las duras:
la pagada
prohibido beber en la fuente,
esto y los alrededores
es privado,
cada día es más presente
que a los pobretones
dan de lado.

El crimen organizado
controlando el urbanismo
con euforia,
promete muy confiado,
engañando a los vecinos,
la gloría,
rascacielos por doquier,
todo muy bien urbanizado,
pero d`ellos;
¿no era una plaza ayer?
ahora está privatizado,
por entero


¿Qué fue de tanto plan
de participación?
¿qué dijeron?
¿qué fue de tanto hablar
de modernización?
¿qué prometieron?
Aprueban los trapicheos
políticos caraduras
por la tela
¿dije digo? digo diego
hay que ir con gran frescura
por la mamela

¿qué pasó con los programas
y los planes ofrecidos
a los electores?
¿qué fue del parque en Tablada
que habían prometido
los corregidores?
¿qué se hizo de aquel plan
de acciones participadas
que prometían?
¿qué fue de aquella ciudad
de calidad asegurada
que ofrecían?

Para edificar el terreno
el alcalde ¡qué poderes¡
aprobaba;
¡qué alegría, cuánto suelo¡
¡el mundo de mercaderes
se animaba
el piso te costará un pico
te vas a dejar la piel
de cajón,
el promotor, qué ladino,
con los duros que le pagué,
se forró.

No es la calidad de vida
ni los problemas reales
sino el oro
lo que importa en la movida
de urbanizar los solares
a modo.
El pueblo está callado
sin decir ni pío, engañado,
¿te vas a quedar sentado
ahí, sin abrir el pico,
atontado?.

El negocio conveniente
cada día está mejor,
¿o no?
Una lluvia de excedentes
al bolso del gran señor
que invirtió.
La Torre que contempla el plan
sube el precio del suelo,
¡esto es jauja¡.
Tu, pobre mortal,
tendrás que vivir luego
en una jaula.

Quieren seguir los contables
con el sistema que tuvimos,
fracasado,
¡no me calle ud. déjeme que hable¡
el pobre como un primo,
degollado,
el público con decoro,
a precios populares,
a pagar.
¿qué el piso vale un tesoro?
al banco con mil amores,
¡a hipotecar¡.

El financiero muy temprano
compra el suelo preparado,
nada teme,
sostenido por la mano
de ayuntamiento y juzgados
y sus leyes.
Esa urbanidad
que se practicó en Sevilla,
adaptada,
¿qué fue sino complicidad
para dejar la ciudad vendida
y entregada?

¡Tengo una idea excelente¡
me recalificas el monte
sin cesiones.
Un convenio solamente,
di, Alcalde, ¿sin corte
ni temores?
No te preocupes que con maña
me los paso por la piedra
y se hace,
mientras, tu, chaval, te encargas
de transferirme a mi cuenta
el pase.

Los suelos urbanizables,
los terrenos y solares,
a la cazuela.
Todo es edificable,
mucho más caro que antes,
sin espera.
La zona recalificada
sube el precio sin reparo
¡qué proeza¡
cuando tu vas, camarada,
a comprar muy confiado,
¡qué sorpresa¡

Este es, mi buen amigo,
el urbanismo saleroso
hasta el presente;
el convenio para el rico,
dice el político famoso,
es conveniente,
si la gente no lo ve claro
no importa que no lo alabe,
me eligieron,
yo no les hago ni caso,
lo importante, ya se sabe,
son los dineros.

¡soy amigo de mis amigos¡
¡el que proteste enfadado
es insolente¡
¡la ciudad me importa un higo¡
¡soy maestro en conveniados
ententes¡
¡hay que move`l esqueleto¡
¡hay que ser avariciosos¡
¡calificación¡
¡todo queda bien sujeto
y a los protestones sosos,
un cañón¡

Entérate, ciudadano,
todo lo que te quieren vender
y urbanizar,
sólo sirve para hacer
al precio del suelo urbano
subir más.
Te cogerá por la mano,
con gran probabilidad,
simpatía,
en un banco, mi hermano,
una hipoteca de verdad
¡pa toa la vía¡

Del urbanismo de demencia
no te dejes engañar más,
currante,
aunque gasten elocuencia
y gasten en publicidad,
¡tu pa`lante¡
Nada es como se ve,
sólo codicia y amor
por la pela,
el urbanismo, doy fe,
no es por la ciudad fervor,
es un tragaperras.

Una vez dijo el rey moro:
habrá mucha más pobreza
en Sevilla
cuánto más grande el tesoro
y haya más riqueza
en la villa.
Si el precio del suelo subió,
aviados los ciudadanos,
se lucieron,
aquí el único que ganó
fue el dueño y el amo,
¿comprendieron?.

Si nos trajo a este estado
este urbanismo alocado
¿se contuvo?
nos propone descarado
proyectos muy estudiados
por un tubo.
Una Torre que nos hará famosos,
haremos en esta tierra un día,
aunque el tráfico sea horroroso
y circular una guerra
por l`autovía;

A mi no me importa esa historia,
dice muy chula Cajasol,
la altitud,
muchos metros, es la gloria,
ganar dinero a mogollón.
¿comprendes tú?
El metro más alto de la ciudad,
mucho más caro todavía
¡qué jugada¡
no podrás un piso comprar
como no te toque la lotería
¡qué putada¡

Lo que importa son las pelas
no los seres humanos,
el pastón.;
si el pobre se queda en tierra
y no puede pagarle al banco
¡se jodió¡
Ganar dinero es natural,
el precio del suelo salió
despedido,
sólo vivirá el personal
que a tiempo se apuntó
en el partido.

La Caja empieza la partida,
el gobierno rinde la ley
al dinero,
el suelo sube más todavía,
el pueblo paga ¿lo veis?
con salero,
el dinero engorda con maña,
el pueblo tiene que pagar,
es cosa cierta,
a nadie la cosa engaña,
el cobrador viene a llamar
a tu puerta.


(HABLA LA GENTE)

Diciendo: Don Alfredo,
no queremos un plan engañoso,
que es un trago,
ni un arquitecto famoso
que busca sólo el dinero
y el halago,
la ciudad no es un juego de Mús.,
al banco le sale la cuenta,
por la cara.
¿cuánto ganaste tú?
nosotros pagamos la fiesta
por nada.

No es cosa de basca facha
o de gente recelosa,
como pensáis,
es la vida tan amarga
que con vuestra política dichosa
nos dejáis.
Nos tiene que hacer un favor,
no volver a pensar más
en la moneda,
pensar en la gente es mejor
y en la vida de la ciudad
verdadera.

Hacer todo urbanizable,
todo en fin, urbanizado,
por caudales,
trae una vida indeseable,
todo el mundo hipotecado
y otros males.
Esos planes tan preciosos,
promesas de diversiones
para todos,
más negocios golosos
p`a tíos especuladores
¡vaya modos¡

Y, pues, vos, claro varón
tantas promesas derramaste
a dos manos,
ha llegado la ocasión
de parar tantos desastres
urbanos.
Basta ya de confianza,
no aprobad por la tela,
vos podéis.
Así tendréis la esperanza
que la reelección tercera
ganaréis.


(LA GENTE ME ENTIENDE)

No gastemos tiempo ya
en esta discusión cretina
¡al loro¡
más dinero nos dará
si no la hacemos chiquitina
¡ni modo¡
Vamos a construir, por fin,
la parcela toda entera,
en altura.
Pensar en hacer un jardín,
un gran parque de ribera,
es locura.


(CANCIÓN)

Basta ya de urbanizar,
si quieres poder vivir,
ni lo nombres;
que nadie convierta la ciudad
en un mercado tan ruin
ni la compre.
El precio sigue subiendo,
con permiso de vuecencia,
no perdona.
Banca, basta, no te miento,
vas a acabar con mi paciencia,
ladrona.


(CABREADO)

No lo acabas de entender,
tanto programa urbano
conveniado
nos deja a mi, a mi mujer,
a mi hijo y a mi hermano,
arruinados.
El gobierno lo emprendió
(el banco ha visto el cielo
y la gloria)
y el dinero consiguió
dejar el mercado del suelo
como una noria.




Jorge Manrique. Coplas a la muerte del Maestre de Santiago Don Rodrigo Manrique

http://www.analitica.com/Bitblio/jmanrique/coplas.asp

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