martes, 3 de septiembre de 2013



Esferas-9

Descripción optimista de un acto teatral

Alegoría: el teatro es un recipiente cerrado lleno de espuma.

La espuma está constituida por multitud de burbujas individuales cuya tensión interior hace que se aprieten unas contra otras en equilibrio inestable. La espuma está contenida y constreñida por las paredes del recipiente que recibe la presión de todo el burbujeo. En un instante dado y en un punto determinado (o en varios a la vez) se produce una sobre-presión, quizás un ínfimo pero efectivo aumento de la tensión. Se inicia una mini-explosión, una radiación centrífuga, un campo vectorial de fuerzas que hacen estallar las burbujas vecinas liberando su tensión interna, ésta se añade al gradiente del campo aumentando progresivamente su intensidad en una reacción en cadena que termina por afectar a todo el conjunto, desintegrando las micro-burbujas y uniéndolas en una super-pompa. La explosión interna presiona las paredes del recipiente no previstas para tal solicitación y todo el recipiente con su contenido estalla en pedazos, difundiendo por el espacio exterior un intenso campo radiante de fuerzas, hasta encontrar otro recipiente, que como el primero, está a su vez lleno de espuma inmersa en un proceso similar. La sobrepresión exterior se alía con la interior para continuar y acelerar el ritmo de todo el proceso general de desintegración de recipientes cerrados llenos de espuma.
O sea, el acto teatral optimista es una bomba. Queda por saber cómo se enciende la mecha.


Descripción pesimista de un acto teatral

Alegoría: el teatro es un recipiente cerrado lleno de espuma.

A diferencia del recipiente optimista cuyas paredes eran de material rígido, indeformable, ahora se trata de un recipiente cerrado pero con paredes blandas, elásticas. Las burbujas interiores no encuentran resistencia en sus vecinas, no existen restricciones de contorno, todas las tensiones son disipadas por el continente que es capaz de dilatarse o contraerse para equilibrar las fuerzas. Aunque se inicien micro-explosiones inducidas, los campos vectoriales son amortiguados por la elasticidad del sistema. Las burbujas individuales no tienen oportunidad de cambiar su naturaleza, la presión no se acumula porque las paredes elásticas se encargan de anularla. Se pueden producir movimientos espasmódicos (sístole y diástole), pero la presión originada es demasiado débil para proyectarse al exterior. Las burbujas son agitadas en el interior del globo, pero no llegan a la transformación, el continente blando nunca estalla. El espectáculo no consigue más que leves estremecimientos, como ocurre a diario en nuestros maleables y pesimistas teatros.

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