(Para una galería de personajes: constructora de ciudad)
La ciudad se vende desde el centro hacia la periferia, pero se construye de la periferia al centro…..la primera constructora de la ciudad, la que inicia el proceso formativo, es la chabolista.
La mujer chabolista es el último eslabón de la cadena social…..por detrás de ella sólo está la vejez y la incapacidad….es del fondo social, oscuro y olvidado, de donde surge el impulso ciudadano, la energía productiva de ciudad….ese origen es femenino…..por tanto, los procesos formativos están basados en reconocimientos por medio de indicios, no de esquemas….la primera forma constructiva de la ciudad es una red de indicios….una red multi-forme y multi-singnificativa, soporte de la memoria….no es una estructura esquemática que pudiera modelizarse previamente……el asentamiento chabolista es orgánico, in-forme, adaptado y económico…..la femineidad esencial induce en los procesos un factor de permanencia….la chabolista tiende a la persistencia….sin la chabolista no hay asentamiento.
La forma esencial de la ciudad puede representarse como una máquina compuesta de una red de indicios nemotécnicos con un fuerte gradiente de permanencia.
La forma resultante del ejercicio de la memoria tiene una gran facilidad para transmitir mensajes y simbología…..ese material original, con memoria, tiene una predisposición a la permanencia, transformándose cualitativamente por procedimientos auto-reguladores….el asentamiento se enfrenta a las contradicciones generando oleadas de vínculos comunitarios….redes informales y adaptativas de comunicación y producción de información…..estas producen valoraciones conscientes de la realidad y actitudes de enfrentamiento a las tensiones internas y externas…. El asentamiento es una red social creativa con gran capacidad de resistencia y de acción … .hacia dentro, enfrentándose a las tensiones sociales y hacia fuera, por su fuerza reivindicativa basada en la cohesión del grupo….
El asentamiento es una comunidad desdichada con fuerte sentido de grupo y gran capacidad de resistencia social…..la chabolista inspira la organización y lo sustenta.
El asentamiento se adapta al medio, optimizando los recursos y reproduce, aproximadamente, las características grupales y formales del asentamiento anterior…..la memoria colectiva, la manera de vivir y las relaciones que se desenvolvieron en el primer asentamiento se reproducen, en continua transformación, en el nuevo asentamiento…..
El asentamiento es tolerante y está abierto a grupos y tradiciones diferentes a la mayoritaria…..la consistencia simbólica del asentamiento, admite, y adapta tradiciones externas….imaginarios abiertos y en transformación que producen, paradójicamente, fuertes vínculos de reconocimiento colectivo….¡hola¡ ¿eres nuevo?...bien….la abuela te dirá dónde pones la chabola….pronto sentirás la conciencia de pertenecer a algo…..
Si el proceso tiene éxito el asentamiento se convertirá en barrio por la fuerza femenina de la permanencia.
El arquitecto idólatra no ha sabido reconocer la forma de vida que se desenvolvía en el asentamiento…o, fiel a su cliente, no ha querido verla….el asentamiento es remodelado
Y la vida que allí, aunque fuera entre ratas, se desarrollaba, esa vida comunitaria contradictoria, pero de gran ímpetu creativo, es constreñida, empaquetada, encuadrada, en los bloques de pisos…..si no es sencillamente expulsada de nuevo…..con lo que la chabolista deberá comenzar otra vez, desde el principio, el ciclo de la construcción de la ciudad.
¿Qué importancia tendría, don Antonio, el hecho, por muy pocos destacados, de que esta señora es gitana?
ResponderEliminar¿Gitanos en la ciudad?¿Pero los gitanos no son nómadas? ¿Gitanos urbanos? ¿Desde cuándo?
¿Habrá en esa memoria de comportamientos, solidaridades, complicidades... algún resto de antigua urbanidad?
Todos los que no somos de Sevilla pero hemos visto cómo ha ido cambiando esta ciudad recordamos los asentamientos chabolistas (¿por qué los llaman asentamientos? ¿Qué asientan?) de la Torre de los Perdigones, y cómo los vecinos, legitimamente, por supuesto, reclamaban construyeran los jardines que habían firmado en su contrato de compra de piso... Los gitanos de los Perdigones llevaban allí más de 17 años, en aquel entonces, antes de la Expo...
Ironías de la vida: engullía un bocadillo en un descando laboral en aquellos jardines hace un par de meses. Lucía un sol de justicia sobre los cuerpos de inmigrantes que libremente dormían la siesta en el cesped. De gitanos a compradores y de aquí a inmigrantes.. Todos en perfecta armonía en el cesped, unos con casa y otros sin ella.