lunes, 7 de marzo de 2011
Tradición versus Innovación-3
Para que tenga algún sentido e irnos entendiendo, el debate sobre tradición versus innovación hay que enfocarlo desde el punto de vista de un debate sobre las dictaduras, sobre las prácticas dictatoriales en la arquitectura. Podemos construir una historia de la arquitectura a partir de la lucha de posiciones intolerantes, de dictaduras en contradicción, veamos algunos ejemplos:
1665. Los proyectos de Bernini para el Louvre.
Tradicionalistas: Bernini y la tradición papista del Barroco.
Innovacionistas: Luis XIV, la emergente burguesía capitalista y la burocracia.
Victoria total de los inno que obligan al maestro a doblegar lo barroco y alisar las propuestas en tres fases consecutivas. Al final el maestro trad es expulsado y los burócratas inno se hacen con el proyecto y el edificio.
1676. Catedral de San Pablo. Londres. Christopher Wren
Tradicionalistas: La Iglesia anglicana con sus conservadoras pretensiones goticístas es partidaria de la planta basilical
Innovacionistas: Wren, la Royal Society, el moderno estilo clasicista. Defienden la recuperación del primitivo signo y son partidarios de la planta centrada.
Vencen los inno en la apariencia exterior (que es lo que verdaderamente importa) sin embargo, en la esencia interior constructiva persiste la tradición gótica, incluso innecesariamente (arbotantes ocultos que no trabajan).
Finalmente se llega a una solución sincrética.
Planta: basilical con exaltación del centro. Compromiso entre el ideal centralizado de los inno y la nave basilical gótica de los trad.
Fachadas: estilísticamente vencen los inno, es la victoria más importante.
Construcción: prevalecen prudentemente las soluciones tradicionales.
¿quién vence? En el estilo los inno, en las permanencias los trad.
1744. Fundación de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Tradicionalistas: Los gremios churriguerescos. Barroco tardío. Libertad artística individual (con limitaciones). Cliente dominante, la Iglesia. El sistema productivo de los gremios está en sintonía con clientes y creadores
Innovacionistas: Los señores académicos. La Ilustración. La manufacturas. La burguesía capitalista.
Gremios contra manufacturas….ya sabemos quién ganó.
Vencen los inno. La Academia implanta la primera gran dictadura en el mundo del arte. Impone implacable una estilística inventada, sincrética y curiosamente sacada de la tradición (los órdenes arquitectónicos).
La historia del arte es la historia de los inno vencedores que se vuelven trad y son vencidos por nuevos inno que a su vez vuelven a repetir el ciclo, una y otra vez, esa dialéctica es paralela a la lucha de clases a las cuales representa artísticamente.
Clase hegemónica: trad que fue inno
Clase ascendente: inno que se volverá trad
La tendencia artística se vuelve dictadura cuando la clase representada por ella toma el poder.
Dada era una tendencia artística que surgió revolucionaria, innovadora. Tras un periodo de cien años, aquella clase que se representaba como dada se ha hecho con el poder. Ahora el poder es dada y su estilo es lo moderno, modernidad que se ha convertido en dictadura intolerable. Por tanto lo inno hoy es ser tradicionalista, lo tradicional representa lo popular, lo amable, lo tolerante y lo sostenible, todo fácilmente identificable en los modelos tradicionales que son mirados con una actitud melancólica pensando en aquellos buenos tiempos perdidos.
Hoy lo innovador es ser tradicional y lo tradicionalista es el innovacionismo de la modernidad. La modernidad como sinónimo de innovación se ha convertido en un arma de guerra en manos del poder, así que parece que para innovar hay que recuperar valores tradicionales oprimidos por la dictadura de lo moderno.
Por medio de la retórica el tradicionalista inventa la tradición y el innovacionista la innovación.
La tradición (retórica) puede ser la innovación y la innovación (retórica) puede ser lo tradicional. La tradición de la Academia consistió en la permanencia de la dictadura de un estilo nuevo. Lo nuevo es retóricamente sostenido en el tiempo. Los académicos tradicionalistas se oponían violentamente a los innovacionistas prohibiéndoles un estilo tradicional, el neo-gótico. La dictadura se ejerce esgrimiendo lo nuevo (viejo) contra lo viejo (nuevo). Lo nuevo era el neo-clasicismo (viejo sistema de los órdenes clásicos) lo viejo era el goticismo (neo-gótico) que permitía el desarrollo de nuevas tendencias tecnológicas, espaciales y metodológicas.
Es el caso de la Torre Pelli. El poder esgrime retóricamente lo nuevo que en realidad es el viejo asunto de hacerse rico especulando con el suelo urbano y la oposición opone los viejos valores ciudadanos, perdidos o en vías de extinción, como nuevo modelo de ciudad.
El debate tradición-innovación siempre oculta otro debate, el verdadero, el que enfrenta los intereses económicos de los grupos implicados, y aquel al ser sólo una tapadera suele convertirse en un trivial debate sobre estilística que en el fondo no interesa a nadie y termina por ser una aburrida discusión bizantina . La arquitectura debe desentenderse de ese debate porque es una perogrullada…..el debate de veras interesante es sobre la adscripción ideológica del arquitecto/a, sobre el ejercicio de la dictadura en el trabajo de los arquitectos.
El debate debería tratar, por ejemplo, de cómo los arquitectos orgánicos con el poder ejercen éste dictatorialmente sobre otros arquitectos ideológicamente enfrentados a ese poder…..arquitectos orgánicos con sus clientes se complacen en ser cómplices de cómo se asimila partidistamente a los que se ven como opositores (todo el que se oponga a la construcción de la torre Pelli, por cualquier motivo, es automáticamente clasificado desde el partido en el poder como simpatizante o activista del partido de la oposición…..endogamia de los concursos……sintonía entusiasta con la fabricación de iconos y símbolos del poder con el desprecio por soluciones menos “expresivas” o propuestas enfrentadas, etc. ).
En todo caso habría que concluir que tradición en el sentido de modelos experimentados, formas de vida, escala, economía, no es opuesta a innovación en el sentido de inventiva, tecnología y problemática actual.
En el pasado está el presente y el futuro, parafraseando a McLughan y la arquitectura es sobre todo invención y solución……es teoría de la acción participativa en referencia a lo público, es ciencia de las predicciones, de las transformaciones proyectadas en el tiempo y es arte de lo sostenible, de la permanencia o de la estabilidad de los resultados.
Lo público, el tiempo y la sostenibilidad son los principios metodológicos del arte de la arquitectura.
Lo Público es la Historia
El Tiempo es la Experiencia
La Permanencia es Inventiva
Historia, experiencia e inventiva son los laureles del arquitecto/a
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario